Midnight Nation.
El otro día con motivo de un cumpleaños me puse a pensar en un cómic como regalo, en principio suele ser una tarea difícil porque uno tiene que tener en cuenta los gustos del homenajeado, luego no regalar algo que ya tenga y por último dar con el adecuado entre tanta oferta y tan diversa como existe hoy en día, lo que en principio me parecía una empresa compleja quedó disipado cuando me puse enfrente de mi biblioteca y fijé la mirada sobre el lomo de esta obra maestra. En Mignight Nation guionista y dibujante rayan la perfección, Straczynski nos ofrece una road movie rebosante de reflexiones y de dobles lecturas y un final perfecto para una historia que te tiene en vilo y te conmueve desde la primera página, un libro que ofrece un equilibrio perfecto entre los cómics mainstream y los autobiográficos, consiguiendo una obra redonda que se le resistía en anteriores propuestas (aunque Supreme Power, Rising Stars están a gran altura pero no llegan a ser perfectas). Si Straczynski está superlativo que decir de Gary Frank dibujante detallista, que en este álbum nos da una lección de dibujo y dota al guión de la puesta en escena perfecta. Un cómic que no debe pasar a todo aquel que le guste el noveno arte y que nos ofrece múltiples relecturas, imprescindible.
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