Kiss each other clean (2011).
Creo que no me equivoco cuando afirmo que el nuevo álbum de Iron and Wine es el primer gran disco de este recién estrenado 2011, si con su anterior disco The Shepherd´s dog ya habían llamado la atención de la crítica, con Kiss each other clean la banda liderada por Sam Bean han dado forma y pulido su sonido, consiguiendo un trabajo redondo, canciones que tienen como punto de partida el sonido Nashville y el folk para instalarse en estilos como el pop y el jazz con una asombrosa naturalidad y maestría, un álbum vital y luminoso en el que sobresalen Walking far from home, Tree by the river (una de las canciones más redondas del álbum) o Rabbit will run que actúan cuales rayos solares en un precioso atardecer musical. Ahora que el pop inglés está de capa caída, nada como cruzar el charco y disfrutar de una de las mejores épocas que ha vivido el pop-rock norteamericano.
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