La superbe (2009).
Es cierto que son unos pomposos y que nos han tirado la fruta, pero algo tiene el francés que es escucharlo y quedarte extasiado, aunque uno no lo entienda y tenga que buscar traducciones de las canciones para comprender unas letras que en boca de Benjamin son cantos de sirena. Biolay comenzó su carrera con dos discos tremendos Rose Kennedy (quizá su mejor trabajo hasta la fecha) y Negatif ambos de corte clásico, lo que le valió para ser considerado el digno sucesor de Serge Gainsbourg y el buque insignia de la Chanson francesa actual, a partir de ese momento empezó a recorrer un camino en el que ha ido fusionando sonidos a su propuesta, de esa inquietud surgió el interesante L`Origine, y La Superbe, álbumes donde las más bellas canciones de amor como La superbe, Padam, Night shop o L’espoir fait vivre surcan con gran sutilidad y elegancia géneros como el jazz, el rock y la electrónica, sin perder la identidad de un género musical que con Biolay está sufriendo una necesaria revolución luminosa y vital. Que arte tiene el gabacho.
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