Want one (2003).
Rufus siempre ha demostrado un talento compositivo y una voz al alcance de muy pocos, si los dos discos anteriores eran una buena carta de presentación, no es hasta este Want One cuando da rienda suelta a todo lo que lleva dentro y nos entrega ese sonido "barroco" cargado de dramatismo, que solo él sabe componer y que es un gozo para los sentidos, una obra personalísima, en la que cada canción es una gran obra de arte, repleta de coros, voces superpuestas, capas de densas instrumentaciones, temas como Go or go ahead, I don´t know what it is, Vicious world o Beautiful child son claros ejemplos. Todo el disco es una obra de arte que nadie debería dejar escapar (portada incluida), que tuvo continuación ese mismo año con el Want Two, otra delicia de disco aunque en mi opinión un peldaño por debajo de éste. Uno de los discos más importantes de lo que llevamos de siglo y cima creativa de este gran artista.